Los gestores administrativos están obligados a ajustarse a las prescripciones de su Código Deontológico en su actividad profesional, pudiendo incurrir en otro caso en responsabilidad disciplinaria.
La responsabilidad disciplinaria implica la imposición de una sanción por parte de la Junta de Gobierno del Colegio, que puede ser desde apercibimiento hasta la expulsión del Colegio. Cualquier otro tipo de reclamación contra un gestor administrativo ha de hacerse a través de los Tribunales de Justicia.
La interposición de una queja o denuncia no requiere de ningún formalismo, pudiendo hacerse por correo electrónico, carta, o personalmente en la secretaría colegial. El escrito deberá indicar el nombre del denunciante, identificar al gestor administrativo objeto de la denuncia, y especificar de forma clara los hechos contrarios a sus obligaciones profesionales que se le imputan.
La denuncia será estudiada por la Comisión de Deontología, que propondrá a la Junta de Gobierno la resolución que estime oportuna, archivo o apertura de procedimiento disciplinario, cuyo acuerdo se notificará al denunciante.
Caso de incoarse procedimiento disciplinario, el mismo se tramitará de acuerdo a la normativa colegial y Reglamento Orgánico de la profesión de Gestor Administrativo.